La intensificación de la agricultura, el aumento de los monocultivos, las grandes parcelaciones, la forestación de especies introducidas, la deforestación de especies nativas, el pastoreo excesivo, los cambios y/o rotaciones inadecuadas de los suelos, la nula diversificación y la extracción de recursos no renovables componen la serie de factores responsables del grave deterioro del medio ambiente restringiendo en forma continua la posibilidad de sustentabilidad a sus habitantes, con efectos directos sobre el acceso a los recursos, ahorro, energía libre, alimentación, educación, salud, seguridad, servicios profesionales éticos y otros.

Los ecosistemas al igual que las comunidades y las colmenas se basan en la suma de capacidades en pro y beneficio de objetivos comunes inherentes a su bienestar. Los ecosistemas son sostenibles cuando cubren sus propias necesidades (rentabilidad) y se auto restauran frente al estrés o impactos (huella de carbono).

La apicultura es la encargada de cultivar la rentabilidad eco-lógica desde el conocimiento adquirido con la práctica. Los apicultores sustentan la producción de una sustancia de alto valor nutritivo con múltiples aplicaciones beneficiosas para la vida y excelente valor en el mercado de alimentos inocuos.

Las protocolmenas de restauración ecológica son estructuras orgánicas utilizadas como hábitat de alto confort para abejas. Son binucleares dado que poseen la capacidad de albergar hasta dos reinas simultáneamente. Son capaces de producir hasta 120 Kg de miel orgánica al año con una población cercana a las 60.000 abejas. Poseen tecnología remota de alta gama que permite conocer el estado productivo individual en tiempo real y corregir parámetros en forma remota.